¿Aprendiendo?

A cada rato estoy recibiendo mil un mails - cadenas. En verdad pocas veces ya me animo a abrirlas, menos aún a leerlas. La mayoria hablan sobre alguna maldición que me caerá si no la vuelvo a enviar o algún chiste que ya escuche 5 mil veces. Otras, son cadenas religiosas con el típico formato de una estampita y una oración preguntando: "¿Te da vergüenza compartir esto?" No me da vergüenza, me da flojera. Pero mejor no sigo porque quizas chocaria con algunos que disfruten de enviar estas "oraciones". En fin, uno de estos dias, con un poco de tiempo decidí abrir una de estas dichosas cadenas y hablaba sobre que todo pasa por algo y el típico mal floro que siempre ponen. Sin embargo, me puso a pensar. No pretendo salir a la calle a predicarlo ni gritarlo a los cuatro vientos, pero hay que admitir que a veces el destino nos juega pasadas. Cuando pensamos que nos estaba echando la soga al cuello, en verdad nos estaba preparando la situación para miles de cosas bacanes. Supongo que habrá que esperar un poco más la próxima vez que queramos deprimirnos, ¿quién sabe si no te tropezaste solo para encontrarte un billete de mil dolares tirado en la calle?