Hace algunas semanas, unos compañeros del trabajo conversaban sobre la libertad de expresión y que, en algunos casos, esa debiera ser restringida. No, no, no piensen mal, mis amigos no son de la bandada de la estrellita, sino que googleando, encontraron blog personales de sus amigas, y bueno... se encontraron desde con quienes habían roto, hasta una filosofada sobre la existencia. Su argumento venia entonces desde: ¡Vámos! Yo no quiero leer esas cosas, ¡algunas pastruladas deberían estar prohibidas de publicarse!
Sobre esto último, me siento algo aludida, pues este blog jamás ha censurado las fumadas que se da, de vez en cuando, mi cerebro, ni las cursilerías, que de tanto en vez, se escriben. Pero bueno, al final, ¿qué es un blog personal entonces? Quizás un mero intento de creernos escritores, quizás una voz silenciosa que busca ser escuchada, quizás solo un libro de anotaciones para ciertos pensamientos, quizás solo una forma de matar el tiempo. Sea lo que sea, existen y no son pocos. Así pues, aquellos lectores con alta susceptibilidad, tengan cuidados pues nosotros, los blogs personales, somos plaga.
3 comentarios:
Si bien es cierto no has censurado esas pastruladas pero a veces las has callado o simplemente las has olvidado... no me explico otra razón para que ya no publiques más pastruladas x estos lares.
Besos
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