Política e Internet

Desde ya hace un tiempo, parte de la movida política se ha visto trasladada al mundo 2.0. Pasando desde congresistas twitteando, hasta detractores blogueando, para gustos y opiniones existe de todo. Ahora bien, a puertas de año electoral, algunos lógicamente se pregunten, ¿qué impacto tendrá toda la movida 2.0 en unas próximas elecciones peruanas?

Si bien, Obama en EEUU nos enseñó lo poderoso del internet, creo en lo personal, que Perú aún esta muy lejos de repetir el fenómeno.

¿Razón?

¡Muy simple! A pesar de que en el Perú, en su momento existieron tantas cabinas de internet como chifas, la penetración del internet a zonas rurales, aún deja mucho que desear. Sumado a esto se encuentra el hecho que no todos usan el internet como herramienta de cultura u opinión, sino como simple entretenimiento.

Pero, bueno, mucha palabrería... a las cifras me remito:

Según la Encuesta Nacional de Hogares 2008 (ENAHO 2008), el 29% de los peruanos usan internet. (Hasta aqué no vamos tan mal)

De estos, el 84% usa el internet para obtener información. (Ok, vale)

De aquellos que buscan obtener información, sólo el 6% busca información sobre organismos gubernamentales o autoridades políticas. (¡Aja!)

Si a mayo del 2009 tenemos 18,860,019 peruanos en edad de votar, entonces, haciendo un poco de matemáticas:

Esto nos daría que sólo 1% de los peruanos busca información sobre organismos gubernamentales o autoridades políticas.

Si bien, estas cifras son debatibles por muchas razones logran dar una imagen sobre la austera situación en la que se encuentra la política 2.0 en el Perú. Esperemos que con el tiempo esta tendencia se revierta, pues si bien la comunicación por Internet puede tener aún muchas fallas, mayor transparencia siempre logrará una mejor competencia y más aún en el campo político.

Nuevo Diseño

Decidí cambiar el diseño de mi blog. Bien, ¿es un blog personal, no? Asi como uno cambia de ropa según como se siente, pues yo decidi cambiar aqui. (En realidad comprar ropa sale bastante más caro).

Hace algunas semanas, unos compañeros del trabajo conversaban sobre la libertad de expresión y que, en algunos casos, esa debiera ser restringida. No, no, no piensen mal, mis amigos no son de la bandada de la estrellita, sino que googleando, encontraron blog personales de sus amigas, y bueno... se encontraron desde con quienes habían roto, hasta una filosofada sobre la existencia. Su argumento venia entonces desde: ¡Vámos! Yo no quiero leer esas cosas, ¡algunas pastruladas deberían estar prohibidas de publicarse!

Sobre esto último, me siento algo aludida, pues este blog jamás ha censurado las fumadas que se da, de vez en cuando, mi cerebro, ni las cursilerías, que de tanto en vez, se escriben. Pero bueno, al final, ¿qué es un blog personal entonces? Quizás un mero intento de creernos escritores, quizás una voz silenciosa que busca ser escuchada, quizás solo un libro de anotaciones para ciertos pensamientos, quizás solo una forma de matar el tiempo. Sea lo que sea, existen y no son pocos. Así pues, aquellos lectores con alta susceptibilidad, tengan cuidados pues nosotros, los blogs personales, somos plaga.