jueves, julio 31, 2008

Claroscuro

Dulce criatura... nunca estás segura. Ya no tengas dudas... soy tan dependiente de tu amor.

Dia1.
Cuando todo empezó, yo tenía tanto miedo. Escuchaba "Te amo" repentinamente y la sensación de ahogo se me quedaba en la garganta. No podía corresponder. Para mí la palabra "amar" había significado tanto más. Dolor, tiempo, confianza, amistad...
Y ahí estaba un joven desconocido, con frases bellas y promesas llenas de ilusión. Y yo... recién lo estaba olvidando, como dejarme volar otra vez.
El miedo me embargaba. Una criatura tan bella abriéndome su corazón y yo. Tan golpeada como estaba, no podía ilusionarme igual.
Cuantas veces reclamaste porque no te conteste el mensajito del celular? No te respondía los correos. Lo lamento, intentaba dar lo mejor, aunque a veces no era suficiente. Y seguía el miedo.
Cuando terminaré con él, me preguntaba. Cuánto podré herirlo. Mejor ahora que después, a veces me decía.

Día D.
Pasaron los meses. No solo logré abrir mi corazón, sino que logré volar y volver a soñar. Una nueva alegría y una nueva inspiración me habian llenado. Parecía que habían llegado para quedarse y todo el mundo lo notaba. Estaba mejor, me sentía completa.
Ese día me dijiste que ya no me querías. Que ya no era lo mismo de antes. Algó se rompió dentro de mi. Lo sentí, como una espada que me atravesaba de lado a lado mientras me mirabas a los ojos diciendome que lo habías intentado.

Cuantas veces la misma historia. Cuantas veces el remolino viene y va. Al final solo queda resignarse y volver a comenzar, hasta que el remolino vuelva a pasar.
En remolinos

Dia X.
?

A veces tú

A veces tú me fallaste, no te fijabas en lo que yo necesitaba. Otra veces yo te fallé, no entendía tus necesidades.
Quizás ahora estas palabras ya no tengan sentido, pero necesitan salir. Antes era fácil escribir, con el tiempo el corazón se ha ido endureciendo.
Es difícil aceptar cuando el final ha llegado. Y ahora qué? Seguir adelante.
Cuando la esperanza te dice que todo estará bien, pero el marcador del espíritu te dice que ya no quedan ganas.
Los amigos. Dice una canción: Cómo repartimos los amigos?
Porqué no quisiste hablar conmigo aquel día. No era conveniente, pero era necesario. El dolor era muy fuerte, lo lamento. Quiza fue una de las veces que tú no comprendiste, quizás fue una de las veces que yo no comprendí. Da igual. Ya todo esta dicho.
Una puerta abierta. Un corazón cerrado. Vale la pena esperar?
Solo quisiera que vuelvas, solo quisiera olvidar. Si no se entiende el pasado, el futuro jamás se abrirá.
Espero... solo espero. Mis ojos están cansados de llorar.

10 Things I Hate About You

A veces cuando se da una pelea o una ruptura en una relación lo más facil es odiar y olvidar. El odio por lo menos protege un poco y ayuda a dejar atrás. Sin embargo, cuando se ha querido algo de verdad, es dificil cambiar eso, sin importar el daño que nos haya hecho o cuanto nos haya hecho sufrir, lo seguimos queriendo.

Este poema pertenece a la pelicula que lleva el mismo nombre: 10 Things I hate About You (10 cosas que odio de ti) del año 1999.

Versión Original:
I hate the way you talk to me, and the way you cut your hair.
I hate the way you drive my car.
I hate it when you stare.
I hate your big dumb combat boots, and the way you read my mind.
I hate you so much it makes me sick; it even makes me rhyme.
I hate the way you're always right.
I hate it when you lie.
I hate it when you make me laugh, even worse when you make me cry.
I hate it when you're not around, and the fact that you didn't call.
But mostly I hate the way I don't hate you.
Not even close, not even a little bit, not even at all.

En español:
Odio la manera en como me hablas, y como te córtas el pelo.
Odio tu forma de conducir mi auto.
Odio cuando me miras.
Odio tus tontas botas de combate, y la forma en la que lees mi mente.
Te odio tanto que me enferma; e incluso me hace rimar.
Odio como siempre tienes razón.
Odio cuando mientes.
Odio que me hagas reír, y peor aún que me hagas llorar.
Odio cuando no estas, y el hecho de que no hayas llamado,
Pero principalmente odio no poder odiarte, ni siquiera cerca, ni siquiera un poquito, ni siquiera nada.

Dedicado a aquel que mis lágrimas derramó.