viernes, enero 21, 2011

jueves, enero 13, 2011

Vaticinios de Interludio


Jugábamos a crear un universo entero,
abrazarnos entre la incertidumbre de empezar de cero.
Ven a enseñarme futuros, tal vez ha llegado el día que baile al compás fugitivo y de ser un recuerdo, o tal vez para ella un olvido…

Jugábamos a navegar todo un planeta entero,
a tener las lecturas de guiños y gestos más secretos.
Enséñame lo venidero, tal vez a llegado el invierno que abrigue mi sombra y que suelte un relámpago ciego y así empezar de nuevo…

Nunca tuvo colores, ni insomnio desprevenido.
Una larga centella en la noche y un ebrio furtivo en la calle de la soledad…
Nunca quiso colores, supo algo de amores,
dio un mordisco a la luna un abrazo a la lluvia y dio, una ojerosa canción...

Teníamos la esperanza de no salir heridos
y encontrar ese naipe que aún hoy en día anda bien escondido.
Oriéntame para el futuro, que la suerte no este disfrazada y se escape en un barco sediento de prisa y labrando metro a metro una milla en mañana... 

Nunca tuvo colores, ni insomnio desprevenido.
Una larga batalla en la noche y un ebrio vencido aguardando en su soledad…
Nunca quiso colores, supo algo de amores
dio un mordisco a la luna un abraso a la lluvia y dio su ojerosa canción…

No importa si en el camino nos perdemos la pista,
porque se que al final te veré (aun que falle la vista)
No importa si ese destino me sale a buscar,
porque siempre estaré en ese mismo lugar.
Porque ya no tengo ningún escondite más,
ningún refugio más, ni siquiera de amores,
o en un verso indeciso, en esa ruleta que gira y se vuelca al azar, en ese mar confundido…

No sabrá de colores, pequeño desconocido... ...ni mordiscos de luna ni manos de ofrenda rezándole al frío como un desvarío, en constelaciones que hablan del río, del cielo y del miedo…

De tres estaciones, de heridas abiertas
de prisas y penas de sombras siniestras
promesas vencidas, relámpago ciego, de trueno indeciso…
un canto e sirena, doncella que llama
el castillo de viento princesa que clama
un eterno reencuentro en constelaciones de mar infinito o en un vaticinio…

Y teníamos muchos relatos pero solo una vieja historia que hablar...

Daniel F

miércoles, enero 12, 2011

Vos



















Me miras desde lo oculto
Me hieres con lo prohibido

Son tus palabras el opio que me envicia
Mi salvación y perdición

Es tu hambre quien me llama
Sos la presa y cazador

Andate ahora y que tu promesa sea una
Siempre volver.