viernes, febrero 06, 2009

Sin fin

Me gustas cuando callas, porque estas como ausente.
Me oyes desde lejos y mi voz, no te toca.

Así iba uno de los tantos poemas de Neruda. Sin ser mi favorito, se vino por estos días a mi cabeza.

Quizás sea ese estado de estar y no estar, esa lejanía que solo nos permite la contemplación sin contacto, lo más atractivo de algunas cosas.

Como díria mi buen amigo Cerati... Yo te prefiero, fuera de foco... inalcanzable.

Si te lo doy, no lo quieres. Y si te lo prohibo, lo deseas más.

Eterno juego de contradicciones.

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