Escribiendo

Dos veces en mi vida empece a escribir como loca. La primera cuando conoci a un amor. El amor prohibido, los escondites, los besos furtivos. Al no poder gritarselo al mundo, solo me quedo un lapiz y una hoja de papel. Escribia y escribia. Dia y noche escribia. Y bueno... el tiempo paso y colgue la pluma.

Hoy, después de algunos años, vuelvo a escribir con la misma necesidad, con el mismo espiritu que pareciera salirse de mi pecho. Como ese sapito cururu que empieza a saltar, como esa avecita que empieza a cantar.

Quizas sea la forma de ahogar todas esas cosas que ya no puedo decir. Todas aquellos sentimientos que no deben ser nombrados. Así, los versos no conocen de sentidos, ni razones. Solo fluyen y asi fluirán.